La Analogía del GPS

Imagina que quisieras llegar a un destino sin determinación y sin saber cómo llegar. No tienes indicaciones, no tienes un mapa, no investigas, no utilizas un GPS para hacerlo. Probablemente saldrías de tu lugar de origen y darías vueltas, y si llegas, sería por casualidad o por suerte. Es más, probablemente nunca saldrías de tu lugar de origen.

Ahora imagínate que quieres llegar a un destino y tienes la determinación para hacerlo. Investigarías en Google cuánto tiempo te tomaría llegar, calcularías tu hora de salida, te prepararías para el viaje y finalmente utilizarías un GPS como Waze para llegar.

Pero bueno, nada de lo que te estoy diciendo es nuevo. Es obvio que para llegar a un destino, necesitas un plan. Es obvio que planificar es clave para que los sueños se conviertan en metas y para que las metas se puedan ejecutar. Esa no es la analogía que te quiero presentar… sería demasiado obvia para dedicarle todo un artículo.

¿Qué pasa cuando sales de un punto A con la determinación de llegar a un punto B? A menos de que te desvíes en el camino a hacer algo diferente, llegas porque llegas. A menos de que caiga un meteorito y destruya la calle, llegas porque llegas. Porque cuando tienes determinación, un plan, salud y enfoque, no tienes otra alternativa que llegar a tu objetivo.

Si el GPS dice que llegas en 30 minutos, vas avanzando y el tiempo de llegada va disminuyendo. ¿pero qué pasa si hay un tráfico imprevisto en el camino? no tienes otra alternativa que seguir hacia adelante, ¿correcto? El GPS va a re-calcular y va a aumentar el tiempo de recorrido hasta el destino, a 30 o a 35 minutos. Avanzarás más lento y probablemente te desesperes. Harás las llamadas que tengas que hacer para avisar que llegas tarde y seguirás avanzando. La clave aquí es entender en ese momento, que lo único que estás haciendo es acortando el tiempo de llegada por más de que el GPS “re-calcule” y el tiempo en llegar “aumente”.

Cuando avanzas hacia adelante, físicamente no existe otra alternativa diferente que acortar el tiempo de llegada. Aquel tiempo que te toca, es el único tiempo perfecto por más de que el GPS siga “re-calculando” cinco minutos más, diez minutos más. Va a llegar un momento en el que pasarás el tráfico y el tiempo solo disminuirá. Si no te desviaste a hacer otra cosa, si no te devolviste o si no cayó el meteorito que destruyó la calle, vas a llegar a tu destino objetivo.

Muy pocos tienen un GPS para la vida y muchos de los que lo tienen, no confían en él. No entienden que un simple tráfico imprevisto, lo único que está haciendo es que nuestro tiempo se “re-calcule” y cuestionan la viabilidad de sus posibilidades solo por esto. A muchos de hecho los inhabilita el primer contratiempo y toman direcciones diferentes o incluso se devuelven. Claro… la diferencia entre Waze y la vida, es que en Waze tienes una predicción de tiempo, en los planes de vida no, y ahí, exactamente ahí es cuando toma sentido esta analogía como enseñanza. El reto de nuestros planes de vida, profesionales y de emprendimiento, es quedarnos en ellos hasta llegar a nuestro objetivo, ya que precisamente no tenemos visibilidad del tiempo que resta para cumplirlo.

¿Tienes objetivos claros? pues si los tienes, “Stick to the Plan”, (Quédate en el plan). Probablemente no llegarás en el tiempo inicial e incluso probablemente llegarás por otra ruta, lo importante es que no sea el tiempo lo que nos haga cambiar de destino, ya que no tienes cómo predecirlo. Solo ten plena certeza que avanzando hacia adelante, lo único que estás haciendo es disminuyendo el tiempo de llegada, por más de que te encuentres con un “tráfico” imprevisto y el GPS de tu vida, esté “re-calculando”.

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